Después de la marcha de “El gavilán”, el mundo de la comparsa quedó un poco desorientado y tuvo un par de años “raros”. Digo “raros” porque en uno ganó una comparsa del Pto. Santa María, que nadie esperaba ( en detrimento de “El Circo”, al cual todos daban ganador menos el que suscribe, que la considera una comparsa ñoña e insufrible), y otro año por ser el del famoso cajonazo a “
Al año siguiente había, si cabe, mas ganas de sangre. El bando de “El sabina” tenía ganas de revancha, pero los de “El demonio” no estaban dispuestos a bajarse del trono. A partir de los meses de ensayo comenzaron a salir dimes y diretes de todo tipo que se transformaron en dardos envenenados lanzados de un bando a otro. Por esa época, falleció el postulante de “Los condenaos”, que había sido postulante de las comparsas de “El demonio Antonio” durante muchísimos años. Entiendo que un autor debe escribir con el corazón y que eso fuese lo que empujó a “El demonio” a hacerle un pasodoble, en homenaje y recuerdo a una amistad, rota por culpa de el carnaval y a tanto años volcados en sus comparsas. Dicho y hecho. Pasodoble al canto. Con el concurso cada vez más próximo es costumbre de que en los ensayos haya afluencia de amigos, curiosos, y más de un vampiro que bajo la capa de la amistad va a reventar tu repertorio. La comparsa cometió el error de cantar esta letra delante de quien no debía. El susodicho, que también había salido con “El demonio Antonio”, se metió la fidelidad y la deferencia que habían tenido al acogerlo en un ensayo en el culo y corrió como un gamo hacia el local de “Los ángeles caídos” para alertar de dicha letra. Se ve que esto no sentó nada bien en el ensayo de “El mister”. Se ve que pensarían que al ser SU postulante solo tendrían derecho a cantarles ellos. No podían tolerar que unos desconocidos cantaran alguien que no conocían y tacharon a “El demonio” de “oportunitis agudas”. Se ve que todos los componentes de todas las comparsas sienten todo lo que cantan, hasta un pasodoble dedicado a la hija del autor … por cabeza de carajo. “Los ángeles caídos” prepararon el contraataque y utilizaron como pólvora un ingenioso cuplé, falto de gracia pero cargado de ironía y hostilidad.
Me contaron que alguien avisó a “El demonio” de la estrategia de los ángeles y de lo que pasaría si osaba cantar el famoso pasodoble. Al parecer le dio exactamente igual, quizás para dar un poco de picante al concurso, o quizás porque veía pronta su inminente retirada y verdaderamente se la soplaba el hecho de que pudieran responderle.
Como dijo un cuarteto “que sangangi tuvo la ninfa que en el bombo metió la mano”.La mayoría de los componentes de ambas comparsas pensarían que debería haberse metido la mano en el mismo coño. Las dos cantaron el mismo día y pocas veces he visto un teatro tan caldeado y visto gallinero tan expectante. La primera fue La revolución y, como era de esperar, soltaron el pasodoble de la discordia. Después le tocó el turno a Los ángeles y, como también era de esperar, cantaron el cuplé. Se empezaron a escuchar algunos silbidos. La cosa no hubiera ido a mas si esos silbidos no hubiesen sido replicados por silbidos todavía mayores. De los silbidos pasamos a los insultos y de los insultos a la unión de los neutrales que , o bien tenían ganas de jaleo o bien estaban defendiendo una u otra causa. Todavía recuerdo la estampa de “El mister” salvaguardado por sus dos octavillas, aguantando el tipo. Un tirón difícil de soportar, pues no resulta grato que entre los que te están atacando y los que te están defendiendo se forme una tangana que dura hasta la tercera cuarteta por lo menos. Terminado el popurrí de Los ángeles, el teatro empezó a quedarse vacío. Algunos salían para felicitar a esta comparsa por la buena actuación a pesar del estruendo . Otros, demostrando lo mariconas que somos en Cádiz, salían por puro morbo y así poder presenciar alguna que otra “guanta” entre dos comparsas. Pobre de la chirigota que actuó después.
Según leí en la presa al día siguiente no hubo piñas, ni patas en la boca, ni cortamiento de cojones, tan solo una calle llena de curiosos, “aburrios” y paraos que no tenían que trabajar al día siguiente que era lunes y una comparsa escoltada por la policía hasta el local de ensayo. El caso se cerró con un cabezazo que el director de La revolución propinó a “El sabinas”. Bochornoso episodio del carnaval de Cádiz, protagonizado por dos comparsas, una afición futbolera y sobre todo el morbo, que dios lo conserve muchos años.
8 comentarios:
Le dio un cabezazo y luego canto en su comparsa???. Que fuerte no???.
Saludos Señor x
Pernu.
Así es el Carnaval de Cádiz...
PD: Señor X, a poder ser, que no pase tanto tiempo en volver a escribir, pues no sólo debe saberse lo "bueno" de esta fiesta.
Un saludo.
Magnífico post.
Pd: Esperando con ansias el post sobre mi bendita "La milagrosa".
Joder, Señor X jajaja todavía recuerdo los pitos... y ahora, con el video del post, veo la cara de satisfacción que tenía el director.
La verdad es que la rivalidad, si hubiese continuado... nos lo habríamos pasado genial.
No sé si es cierto o no pero yo he oído rumores que este cuplé no fue escrito por "El sabina", sino tanto la idea como la letra fue del grupo. A ver si me lo podéis aclarar. Un abrazo.
PD: Yo también espero impaciente el capítulo sobre "La Milagrosa"
La ·pobre" chirigota que actuó despues fuimos nosotros. Chirigota de Sevilla "Donde te la meto".
Lo de pobre entre otras cosas lo comento porque el repertorio era muy cortito y creo que nos libramos porque el teatro se quedo practicamente vacio. Aun recuerdo entre vambalinas esa gran bronca y un compañero que se estrenaba en el falla me decia "joder si a estas gente que van del caraho le chillan a nosotros nos matan" je je je
Saludos y a esperar la proxima historia
Yo estaba en gallinero aquel día y te puedo contar que lo que único que sentí fue vergüenza ajena, y no por lo que cantó el grupo del "Sabina" sino por la que se montó después. Aquello parecía el fondo de cualquier estadio, solo faltaban banderas, pancartas y bengalas.
Un saludo y a seguir contando verdades (por lo menos las tuyas)
Oye, señor X, entiendo tu devoción por J. Aragón, pero más quisiera éste parecerse a Sabina. Un respeto por los grandes, y no lo digo por Juan Carlos Aragón.
Un abrazo
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