El Cabezazo

domingo, 25 de octubre de 2009
Sirva este título como homenaje y recordatorio a aquella película de los 70, que por cierto, tuve el placer de degustar en el extinto cine caleta, titulada El Castañazo. Esta historia negra trata prácticamente de lo mismo: Agresiones, cabezazos, patadas, y actos vandálicos protagonizados por algunos de los más insignes carnavaleros. En esta ocasión tenemos como tristes protagonistas al gran Sabina y al director de la comparsa del Demonio Antonio en el 2002, La revolución. De todos es sabido el espectáculo protagonizado aquel año por las dos principales comparsas y sus aficiones ( para los desmemoriado visiten el post titulado “La revolución celestial”). Fue algo increíble. Algo que lleno de satisfacción las mentes mas morbosas del carnaval. Algo que se recordará y que se convertirá en leyenda. Todos ustedes recordarán aquel teatro falla dividido entre aristas y aragonistas. Tirándose los trastos unos a los otros mientras una comparsa intentaba interpretar el popurrí. Demasiada tensión. Demasiado arroz para tan poco pollo. Esto es carnaval no lo olvidemos.
Como bien decía el Demonio Antonio en su biografía carnavalesca, ambas comparsas ni se miraban a la cara. Los que antes habían sido amigos habían pasado a cruzarse miradas de odio por culpa de esta maldita fiesta. Todo esto alcanzó una traca final una noche carnavalesca en pleno barrio de la viña.
Quizás fuera el destino ( o un organizador con mala leche ) lo que propició que La Revolución coincidiera con la otra agrupación del sabina presentada a concurso, la chirigota Vota Picha. Estos dos grupos coincidieron en el tablao sito en la calle Cristo de la misericordia, en pleno corazón del barrio viñero.
Cuentan los muy entendíos, los muy chismosos y los cotillas del lugar, que al termino de la actuación de Vota Picha en dicho tablao se toparon con La Revolución bajando la escalerilla. Todo estaba en orden e incluso algunos chirigoteros ya estaban embarcando para acudir a otra actuación. ¿Todo en orden?. Para nada. En un abrir y cerrar de ojos se escuchó un “¿¡Tu que coño miras!?” seguido de un ¡Crock!. Si amigos, el director de la comparsa, ofendido y agraviado por las desafiantes miradas del autor de la chirigota, El Sabina, que estaba por allí, propició un sonoro cabezazo en la testa del afamado filósofo.
Ni que decir tiene que, El Sabina, manando sangre cual búfalo herido salió raudo y veloz en busca del resto de la manada con la intención de buscar auxilio, amén de algún machote que le ayudara a limpiar esta afrenta. Me cuentan los chismosos que, al contrario de la solicitada ayuda lo que recibió fue una tormenta de carcajadas e incluso algún que otro “¡carajote!”. Ahí quedó la hazaña que dio viveza a los mentideros carnavalescos convirtiéndose en la gran comidilla de la semana de carnaval de 2002. Por si no habíamos tenido bastante si no quieres arroz ahí tienes dos tazas.
Pero no vayan a pensar ustedes que esto importa algo. Ni muchísimo menos. Cádiz es el único sitio en el mundo donde puedes pasar de cagarte en los muertos de un tio a besarle la frente en poco tiempo. Sirva como ejemplo esto:



Los mamones de capirote

martes, 6 de octubre de 2009
Fíjense ustedes, quien nos lo iba a decir. En plena democracia y a 11 años de la muerte del Tito Paco y después de pasar por las fiestas típicas y el lápiz rojo de los cojones, en aquel carnaval ’86, alguien se atrevió a censurar nuestras coplas.
Bendita la hora en la que se le ocurrió al gran Osuna tocarle la fibra sensible a la clase eclesiástica. Bendita la hora por que su chirigota sirvió para demostrar que con el carnaval de Cádiz no puede ni Dios. Esta chirigota, Los Tontos de Capirote consiguió llegar a la final de aquel carnaval ’86, dejando a más de uno boquiabierto y a otros apretando los dientes.

¿Cómo podía ser que una barriobajera y zafia murga se atreviera a ridiculizar al venerable mundo de las cofradías y por ende a la semana mayor de Cádiz?
¿Cómo podía tolerarse tamaña falta de respeto? Ay! si el caudillo levantara la cabeza...
y nos viera aquí cantando. Cantando a pesar del que gobierne. Cantando a pesar de Dios, la patria y el rey. Sea como sea pero siempre cantando lo que nos de la gana. y si un año le toca a una cofradía pues le tocó. Y si otro año le toca al concejal de vías y obras pues te jodes.

Fue tan grande el mosqueo del mundo de la varilla, el incienso y la papa en el hombro que la junta de hermandades y cofradías gaditanas envió una carta a la fundación gaditana del carnaval donde se pedía de forma muy educada que un poco de decoro a la hora de tratar ciertos temas intratables. Una forma tan educada que, entre líneas, se dejaba ver el mensaje: cargaos a estos mamarrachos o aquí se va a liar la de puerto hurraco. Pocas veces me he sentido tan orgulloso del fallo de un jurado. Es más creo que ha sido la única vez. Y esto lo estoy diciendo de aquel jurado que dejó fuera a Los Cubata y estuvieron considerados enemigos públicos número uno del carnavalero gaditano (una cosa parecida a lo de Los Enteraos este año pero con testículos).
No me entiendan mal, la chirigota en si es una porquería y con el paso de los años más. Pero jamás me he reído tanto con una chirigota tan mala. Una palabra que engloba todas las letras de la palabra carnaval y que rescata los valores mas intrínsicos de nuestras fiestas.
Gracias, Osuna. Que pena que fueras el último y que no hubiera nadie detrás de ti capaz de transgredir y tocar los cojones como tu lo hiciste en aquel turbulento ’86.
Ahora ni siquiera son capaces de decirle fea a la alcaldesa, no vaya a ser que se mosquee y les de un cajonazo a mas de uno.