El Carnaval es oportunista, demagogo, caprichoso e inmaduro. Hay autores sin el mas mínimo ápice de ética a los que todo les vale con tal arrancar el aplauso que pueda impresionar al jurado y así colarse en una final o poder optar a un primero.
Estoy tan convencido de lo que digo que hace años que perdí la fe en la copla, haciéndole mas caso al piropo que a la crítica, ya que el primero se queda en la memoria, pero la segunda vete tu a saber que intereses arrastra. Se de autores que le escriben a la democracia pero en su mas recóndita intimidad adoran a Franco e incluso se de un autor, mas famoso por su hermano que por su pésima obra, que se atreve a juntar letras en nuestra fiesta de la libertad siendo un votante de HB. Esa es otra historia que desvelaré tarde o temprano.
Un ejemplo de lo digo es lo que les cuento a continuación: Yo siempre he pensado que en la elección del galardonado con el pertinente antifaz de oro debiera imperar mas el sentido común que la absurda ley de los 25 años. Diganme quien no piensa lo contrario. Díganme si les resulta justo que El Demonio no tenga el antifaz y sí uno que ha salido en mierdas durante 5 lustros aportando mucho menos que este y contando solamente con un currículum abultado. No entiendo como ciertos autores que han dado auténticos giros a modalidades no cuentan todavía con su antifaz. Si de por mi fuera, El Sabina o el Rojo ya lo tendrian desde hace años.
Si examinamos la relación de antifaces de oro podemos observar como se encuentran un exdelegado de fiestas, un retratista a lápiz y hasta una institución como es la Casa de Cádiz de Barcelona. Desconozco cual fue el mérito de cada uno y sospecho que algo tuvo que pasar para que impusieran la rígida ley de los 25 años. Me resulta hasta absurdo que tenga el antifaz un político y no lo tenga cualquiera de los autores citados.
El debate se abrió de forma contundente en el otoño de 2002, cuando el mas grande cuartetero que dio esta tierra se marchó al otro barrio sin su galardón. Fue precisamente el Rojo (o quizá su otra mitad siempre a la sombra de este y haciendo el trabajo sucio, el Diarrá) quien le rindió un emotivo homenaje con su chirigota al maestro de la gracia dos años antes de su fallecimiento. Como era de esperar, reclamaron que la insignia le brillara en el pecho antes de lo inevitable.
Lo inevitable llegó al poco tiempo y llegó sin que pasara lo que debiera haber pasado. El carnaval, consciente de ello, aprovechó la coyuntura para abofetear y pisotear a la junta de antifaces de oro por lo acontecido. Dejaron echo unos auténticos zorros a los que le negaron el antifaz al gran cuartetero. Tangos, pasodobles, cuartetas de popurrí. Todo era poco para ponerle la cara colorá a una mancha de mamarrachos que no tuvieron la vergüenza ni la dignidad de hacer la vista gorda por una vez para darle la alegría de su vida a alguien que lo dio todo por nuestros carnavales.
He empezado esta historia afirmando las peculiaridades de la fiesta grande de Cádiz. Ojala me equivocara, pero no. El carnaval es así de ruin. Prácticamente todos los autores, salvo alguna honrosa excepción, le mojaron la oreja a esos señores por la memoria del gran maestro. Y aquí viene la cuestión: Por la memoria del gran maestro o por el aplauso y el premio?. Todavía recuerdo lo que sentí cuando vi que el carnaval estaba siendo solidario al unísono por un compañero que ya no estaba pero recuerdo mejor aún la que me entró por el cuerpo cuando me enteré que al entierro del maestro no fue ni su alumno que tantas veces le sopló en el ojo. El maestro murió solo y el carnaval murió con el en ese otoño de 2002.
A ti mi gaditana – Hay moros en la costa
Hace 10 horas
5 comentarios:
Duro pero muy cierto. Algunos cantaron pasodobles, tangos y cuartetas de popurrit solo por el aplauso. Los únicos que tuvieron cojones de hacerlo antes fueron estos, los del Noly pero a ver supongo que eso será una de las "gracias de Cadiz".
Totalmente de acuerdo con lo escrito. Y muy duro lo del Masa que no solo no fué a visitarle al hospital de San Rafael viviendo cerca, sino que no se dignó a ir ni al velatorio ni al entierro.
Enmoresío. Me has dejao enmoresío.
Recuerdo una entrevista a Javier marquez, como le preguntaron si había que haberle dado el antfaz al peña, y contestó un rotundo ¡YA NO!
Es cierto lo que comentas. Especialmente lo de El Peña no tiene nombre. Siempre he dicho que respeto mucho a los que tienen el antifaz de Oro, pero personalmente no me hace demasiada ilusión. Es como ganar un Balón de Oro sin que lo tenga Pelé.
Un saludo.
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