Esta mierda de ciudad, donde nadie es profeta y este carnaval tan sobrado de ídolos mediocres y falto de campeones sin copa ,enterró esa noche a uno de los cuatro pilares que sostiene el carnaval actual.
“El clarinetes” venia de ser Dios. El único. El mas grande. Pero por todos es sabido que aquí la gloria es tan barata como efímera. Pocos años antes de ese carnaval empezó a despuntar “El Gavilán”. Un niño de la viña que le estaba echando un pulsito a “El clarinetes”.La frescura de este joven y la tirria que se le estaba cogiendo al veterano que tantos años ocupó la primera plaza, propiciaron el triste resultado de aquella noche. La comparsa de “El Gavilán” apuntaba alto ese año, todos la señalaban como primer premio. Eso , en líneas generales, hubiera bastado pero para el santo publico gaditano, sediento siempre de humillación y deseoso de cortar todos los árboles caídos de su frondoso parque, no era suficiente.
Dios me libre de quitarle mérito alguno a la comparsa que ganó, es mas reconozco que es una de las mejores obras de “El gavilán” pero tampoco hay que restarle gloria a la comparsa damnificada y ni por asomo se merecía un trato como el que recibió.
La comparsa de “El gavilán” salió la primera a escena y fue recibida con una rotunda ovación y colmada de vítores. Desgranó un repertorio mítico con uno de esos pasodobles que se hace un hueco en la historia. El grupo, lleno de nuevos valores que iban desplazando poco a poco a los de “El clarinetes” encandilaron al respetable esa noche había nacido una estrella. Terminó la actuación y en el concurso ’73 , ha diferencia del concurso actual, podían cantarse coplas pertenecientes a la antología una vez acabado el popurrit. El público pedía mas, mas y mas, hasta que por fin imperó la cordura y se marcharon. Al bajar el telón la gente empezó a mosquearse, pero el mosqueo se multiplicó al anunciar el presentador que la comparsa que precedía a la de “El gavilán” era la de “El clarinetes”.
Dicen las malas lenguas que había gente (familiares, simpatizantes, amigos, etc...) de la comparsa de “El gavilán” iniciando una sonora pita.
Otros dicen que fueron enemigos que se forjó “El clarinetes” a lo largo de su carrera y los mas benévolos aseveran que la gente simplemente, pedía la presencia de la comparsa de “El gavilán” porque esa noche habían pegado muy fuerte. Yo me inclino a pensar que fue una mezcla de las tres versiones. Sea como sea, el santo publico gaditano hizo llorar esa noche al mas grande autor que haya conocido estas fiestas, hay quien lo vio entre bambalinas aguantando la rabia y las lagrimas viendo como su comparsa permanecía soportando estoicamente un mal trato tan absurdo como injusto.
Así fue como terminó la andadura de “El clarinetes” en la modalidad que el mismo creara. A los dos años quisieron arreglarlo otorgando el primer premio de comparsas a su última criatura, una chirigota, pero nada pudo borrar lo que sucedió aquella noche de 1973. El Clarinetes se fue antes de lo que debiera. Una enfermedad se lo llevó de aquí y se unió a su obra y a esa noche maldita para crear su leyenda e inmortalidad. Yo prefiero pensar que fue la pena la que acabó con el.
2 comentarios:
El clarinetes no murió, sigue vivo en cada agrupación, en cada estribillo, en cada introducción. Sigue vivo pues no hay año que nadie no tenga un pensamiento hacia él
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